Innocence

Hubo una época donde no me perdía los episodios de animé en Maldita Sea (o Rincón Maldito). Por lo general, mostraban cosas que no se iban a ver por los medios normales y eso era interesante. No recuerdo si vi este especial antes o después de ver Ghost in the Shell por HBO. Cuando mostraron Innocence, recuerdo los comentarios del Salfate y el Pera sobre el helicóptero-pájaro que aparece en una de las escenas más memorables de la película. Mi interés se disparó por completo. Estéticamente, la película se veía brutal. Parecía ser mi tipo.



Con el tiempo, pude ver Innocence desde un horrible VCD con la peor calidad posible y doblado al español de España. No fue la mejor forma de experimentarla en su totalidad, pero era lo que tenía a mano. Así que le di. Fuera del asqueroso doblaje que siempre tienen los españoles, la película era todo lo que esperaba y más. Tengo cierto cariño por las secuelas que toman a un personaje secundario importante de la primera parte y que a la vez son pseudo spin offs (La segunda película de Patlabor me encanta, por ejemplo). Acá no está Motoko Kusanagi (más o menos). El protagonismo recae en Batou (Akio Ōtsuka), el bad ass de la Sección 9.  

Luego de la desapareción de Motoko Kusagani, Batou hace equipo con Togusa para investigar una serie de asesinatos llevados a cabo por gynoids. Estos robots parecen tener "un fantasma", lo que despierta las sospechas de la Sección 9. Los gynoids son usados exclusivamente como juguetes sexuales por varias personas importantes. Batou sigue siendo igual de áspero que siempre y el contraste con Togusa es de lo más particular. Se complementan y a la vez son una pareja dispareja. Togusa desde el comienzo le advierte a Batou que no es un remplazo para la "mayor".



Me encantaría decir que la trama es sencilla. Creo que en cierta forma lo es, pero los diálogos de todos los personajes son muy difíciles de seguir. Todo el mundo acá habla de forma muy filosófica, por decirlo poco. Si bien este es uno de los aspectos que más me gusta de la película, puedo dar fe que a los que se enamoraron de la acción de Ghost in the Shell no les va a matar este aspecto. Sin embargo, es un punto importante y tiene mucho sentido con el "feeling" del film. De hecho, tengo un par de frases muy marcadas de esta película porque son un verdadero análisis a lo que nos hace humanos.

Y también hay algunas escenas de acción muy intensas. Son un poco más reservadas que las más exageradas de la primera película, lo cual está bien. Acá pasan más tiempo hablando que disparando, aunque cuando lo hacen es espectacular. 

También déjenme decirles que Mamoru Oshii es un maestro con las tomas y el movimiento de la película. Hay unas escenas que son de otro mundo. En particular casi toda la visita a la mansión de Kim es una volada visual. No me puedo imaginar cómo sería ver todo eso estando drogado.



Me encanta esta película, pero es mi deber recalcar lo que mencioné antes: es complicada de seguir a veces, pero a la vez la atención al detalle, la música...Ufff es de otro mundo. Quizá no es la secuela que la gente estaba esperando de la maravilla que es Ghost in the Shell, sin embargo, para mí es una obra maestra en su tipo. Y sí, el nombre original es Innocence. Por temas comerciales, tuvieron que poner Ghost in the Shell 2 en el título. Quizá, por eso mismo, solo deberían considerarla una película del universo que hizo Masamune Shirow.

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